sábado, 10 de noviembre de 2012

Perdida.


Perdida en aquél bosque oscuro. No sabía hacer otra cosa que escribir y describir cada cosa que le iba ocurriendo. Cada miedo que iba sintiendo. Describir cada animal que iba encontrando sólo le iba abriendo una perspectiva nueva sobre la fauna de aquella zona. Pasó por un bosque completamente calcinado y escribió sobre ello. Le hubiera gustado quedarse allí a repoblarlo, pero hacía demasiado frío. Cada vez los días se hacían más cortos y las noches llegaban mucho antes, pero no conseguía encontrar su camino. El camino de vuelta a la realidad. Se había adentrado en aquél bosque para encontrarse a sí misma. Era un lugar tranquilo, donde desarrollar su paz interior, pensó. Lo único que estaba desarrollando era una gran curiosidad por cada pequeño detalle y aumentado algo su capacidad para ubicarse. Pero ni si quiera sabía si llevaba meses allí, o si tal vez había merodeado siempre por el mismo lugar. No importaba, tenía que encontrarse a sí misma y disfrutar de esta experiencia que le habían regalado la vida, ella y la abundante herencia sus padres. No podía salir de aquél bosque sin las ideas claras. Sería un auténtico fracaso. ¿De qué habría servido?. Al día siguiente murió congelada de frío. Esto sí que fue un auténtico fracaso.

En determinados momentos, hemos de establecer preferencias, comprender que no siempre se puede caminar sin caer. Que siempre necesitamos alguien que nos ayude a levantar y que nada merece tanto la pena como seguir con vida... Por eso, respira, empápate del aire y afronta la necesidad, pero no desistas en el intento de encontrarte y ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario