jueves, 8 de noviembre de 2012


Me dirijo hacia donde debo ir. El apuesto y amable Luca me espera con los brazos abiertos junto a un fructuoso a la vez que exitoso destino. Todo se ve claro, vuelo directo hacia una vida perfecta. ¿Qué falla? ¿Por qué recogería todas mis cosas y me daría la vuelta? ¿Será mi forma de rebeldía? ¿O realmente estoy perdiendo la oportunidad de escucharme? Qué más da. Pasajeros a la puerta de embarque. Amenaza una voz metalizada por un altavoz excesivamente alto... Habrá que subir al avión. Luego todo se verá.

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