viernes, 29 de marzo de 2013

Nadie saldrá vivo de aquí



Hay determinadas situaciones que te superan, que no puedes controlar. Por mucho que tú quieras, son más grandes que tú y para siempre lo serán. Son más grandes que cualquiera de hecho, nadie, aunque quisiera, las podría masticar. Sin embargo, un día llegan, llaman a tu puerta y no tienes más remedio que abrirla, abrirla y hacerte consciente del problema, de la situación, de que existe... y que lo has de enfrentar. Miras a tu alrededor, todo sigue igual. Los cuadros siguen en su sitio, los platos que ayer no lavaste por pereza al terminar de comer, siguen en la pila, el perro sigue comiendo a la misma hora y el vecino sigue tirando la basura a las nueve en punto. Todo sigue igual, pero todo ha cambiado. Parece que la rutina, lo externo, no hay quién lo rompa, todo está perfecto. Incluso tú, te levantas a las ocho en punto, desayunas, te duchas, te pintas los labios de rojo y te echas a la calle... Todo sigue igual y sin embargo... Todo ha cambiado. Pero no hay palabras para describirlo, no hay palabras para expresarlo, ni si quiera quieres hacerlo. Te gustaría que fuera una broma pesada, que fuera quizá una mentira, que todo el mundo estuviese equivocado. Te gustaría hasta que fuese la obra de una persona malvada que sólo quiere hacerte daño. Sabes que sufrirías, pero sabes también, que de esa manera, tu protegido estaría a salvo...

miércoles, 27 de marzo de 2013

Estoy tratando de decirte



Que no salgo a buscarte porque sé...
que corro el riesgo de encontrarte.

Tan cerca que ni lo ves.



Hay dolores tan profundos que desgarran el alma. La desgarran, la degollan, la mutilan, la encierran, la cogen... y como si de un fino cristal de bohemia se tratase, la rompen en mil pedazos, la hacen, la deshacen, como un corazón descubierto en mitad de una sala de cirugía y apretado sin consideración alguna hasta estallar. Hasta explotar en un sinfín de sádicas compresiones acompañadas fielmente por monstruosos chorros de sangre. Dolor. Simplemente dolor. Resignación, o quizá costumbre. Ocultación del mismo por miedo a la aceptación, por miedo a enfrentarlo... Miedo, miedo porque ya no podré dormir tranquila de nuevo, miedo porque es tan grande que no puedo tan si quiera masticarlo, miedo porque de nuevo, tenemos otra batalla contra la que luchar... pero esta, te prometo abuelito, que la vamos a ganar, juntos, por ti, por mi, por nosotros.

sábado, 23 de marzo de 2013

De tu mano




Dijiste que me llevarías para siempre en tu corazón.

Para mí eso nunca fue suficiente,

yo quería ir para siempre de tu mano.

lunes, 18 de marzo de 2013

Quiero un teléfono fijo.



Quiero eso, un teléfono fijo.
 Un sitio dónde siempre volver, hacia donde siempre llegar, desde donde nunca escapar. 
Sólo eso, un sitio al que atarme, donde envolverme, donde enjugarme. 
Donde acoplar un cable que nunca me separe de ese muro inquebrantable. 
Donde llenar mi corazón, donde alimentar mi ilusión, un sitio al que nunca haya que volver porque nunca quiera irme, algo que me ate a ti, a él, a ellos, un sitio donde siempre asistir, donde nunca acudir, porque siempre esté allí.
Ataré el cabo de mi corazón a un reloj que siempre pare el tiempo que alimente en cada latido la razón. Esa razón que se vuelve loca ante mi sola presencia, esa razón que te invade el amor hasta llegar al centro de un espíritu difamado para elevarlo a lo alto de su gloria, al único estado consentido cerca de un mundo mejor... 

Y echar raíces,
aquí, o allí...
para sin tan si quiera ambicionar...

"cambiar el mundo, amigo Sancho, porque no es locura, ni utopía. Sino justicia".





viernes, 15 de marzo de 2013

Somos demasiado jóvenes. No podemos esperar más.



Existen derrotas, pero nadie está a salvo de ellas.
 Por eso es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños
 que ser derrotados sin siquiera saber por qué se está luchando.


(Paulo Coelho)

He sido tan feliz contigo.


Armarios vacíos. Cajas llenas. Maletas abiertas. La cama desecha y mi alma sobre el colchón. Es la última noche y de fondo suena "he sido tan feliz contigo". No tengo, no me quedan... palabras que describan estos seis meses en una ciudad tan mágica como es Florencia, no las encuentro... no creo que las haya. Los ojos se empañan al son de un recuerdo que no alcanzo a tapar. Uno no, cientos... Cientos de maravillosos recuerdos, miles de intensas emociones cada día, Bajo el Sol de la Toscana. Comienza una historia en una fría habitación a las puertas de la famosa Santa María Novella, mientras los lazos de personas que no alcanzan a saberse familia aún, se estrechan al son de una melodía perfecta. Aumenta el paso de los días junto con un millar de buenas noticias y una sonrisa junto a cada destello de luz matinal. Me encuentro a las hadas que revolotean curiosas por mi qué hacer. Camino junto a ellas descubriendo parajes inolvidables de los que aún no se ha descubierto el dueño, pero a los que sin duda sabría ponerles nombre. Ellos, aparecen ellos, como si nada, como de la nada, me abrazan, me retozan, me cuidan, me quieren, mucho más de lo que tan si quiera alcanzo a saber, de lo que tan si quiera llego a conocer, hasta que no veo el deslizar de sus lágrimas en una mejilla que ocultan por miedo a perder su virilidad. Todos, los que vienen, los que se van, los que hacen y deshacen, juntos, sutiles y de manera constante, me van regalando una tenue pero intensa despedida, lo justo, en la medida que yo lo quiero, en la medida que lo busco, en una medida que tan si quiera espero, pero todos... No falta nadie. Aún no sé cómo expresar lo que habéis sido para mi, no lo sabéis, quizá no lo comprenderéis, pero ha sido mucho más que todo. Gracias, simplemente... Gracias.







jueves, 14 de marzo de 2013

La perfección de lo imperfecto.



Alguien, alguien que comparta la misma idea de vida, la misma locura, la misma existencia. Alguien que se sienta tan bizarro y dañado como sólo yo me siento. Alguien que comprenda mi locura e inestabilidad en este mundo incierto, y sobre todo, alguien que no quiera cambiarla, que me agarre la mano justo cuando vaya a echar a volar y que en ese momento quiera venirse conmigo. Alguien con quien conversar, con quien sentarme a divagar sin temor, sin complejo, sin acritud... Alguien que me mire a los ojos, me agarre de la mano y me toque el corazón.
Alguien que se enfade fácilmente, tan fácilmente que deba aprender a respirar a mi lado y le reconforte una presencia tranquila. Alguien que me haga daño sin querer, mostrando así su debilidad, su imperfección y sacando a relucir de esta manera su excesiva sensibilidad. Alguien que se enamore de una lágrima que resbala por mi mejilla cuando al terminar el día me haya sentido desilusionada, cuando por momentos y sin motivo alguno, haya sentido que la vida me gana, que todo me puede, cuando la decepción me invada. Alguien que destroce mi vitalidad para elevarla al máximo exponente, que me desconcentre, que me supere, que no pueda permanecer quieto cuando está a mi lado, pero que sea completamente incapaz de seguirme cuando veo algo claro, algo que me gusta, algo que me ciega... Alguien que sienta a través de mí, que huela a través de mí, que vea a través de mí. alguien que me haga latir el corazón tan fuerte que crea que pueda estallar... Alguien que tema acercarse a mí, quizá, por miedo a que me pueda romper. Alguien... Alguien que cada noche, al acostarse, sueñe tener a su lado alguien como yo, así como yo sueño tener a alguien como él.

Querido amor, si no tardas mucho... Te espero toda la vida.







- Prometo ayudarte a amar la vida, abrazarte siempre con ternura y tener la paciencia que el amor exige, hablar cuando hagan falta palabras y compartir el silencio cuando no. Consentir, disentir... respecto al pastel de terciopelo rojo. Vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar.


- Prometo amarte locamente en todas las facetas de tu vida ahora y siempre. Prometo no olvidar jamás que este es un amor único en la vida y saber siempre en lo más profundo de mi alma que no importa que desafíos puedan separarnos, siempre hallaremos la forma de volver a unirnos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

El momento es ahora.



Sé que no es fácil. Sé que no soy fácil, que tan si quiera es el momento. Que quizá conmigo nunca sea el momento. Rompo a llorar repentinamente mientras te sonrío desde la eternidad, no me dejo aconsejar y soy volátil e inalcanzable. Sé que aunque me haga desear por ti, no puedo prometerte la estabilidad deseada, lo sé porque no la tengo, porque no lo sé... porque voy en busca de un sueño... También sé que era divertido observar cómo la chica que te acompañaba se bañaba desnuda en medio del valle sin importar quién estuviese cerca, era divertido pensar que era extremadamente perfecta de lejos, pero... no es tan fabuloso cuando te acercas, no es tan fabuloso que tu chica, esa que duerme contigo cada noche, una mañana coja la moto que tenías aparcada justo debajo de casa y vaya en busca de nuevas aventuras para escribir una nueva novela, novela que nunca saldrá a la luz seguramente, novela que tan si quiera acabará... eso deja ya de ser divertido cuando crees que el peso de tu edad comienza a hacerse notar. Si te hubiera encontrado antes... piensas. Y lo haces justo en el mismo tono en que me repetías que todo sería distinto si te hubiera conocido un par de años después, qué ironía, ¿verdad? qué más da. Nunca es el momento. Siempre existe esa persona adecuada que apareció justo en el momento incorrecto. Veintitantos... Supongo que ahora me toca a mi.

martes, 12 de marzo de 2013

miércoles, 6 de marzo de 2013



I'm Busy.

You're Ugly.

Have a Nice 
Day! :)

True Love



Si le hubiera cortado las alas, habría sido mío, no habría escapado.
Pero así, habría dejado de ser pájaro.

Y yo...
Yo lo que amaba era un pájaro.



-Mikel Laboa-

martes, 5 de marzo de 2013

Vivir condenadamente feliz



Enamórate 

de quien no sólo acepte tu locura,

si no de aquél 

que esté orgulloso de vivir condenado a ella. 

lunes, 4 de marzo de 2013

Libertad



La echo de menos. La echo tanto de menos que muero de rabia, de envidia... Envidia por aquellos que la tienen cerca, envidia por aquellos años que estuvimos juntas, envidia de nuestras locas discusiones, envidia de nuestros juegos, de nuestra risa, envidia de todos y cada uno de nuestros recuerdos... Envidia, celos... celos de su mirada, de su tacto, de su amor. Sentimientos horribles provocados por una verdadera pasión, un verdadero amor que me produce dulzura cuando oigo su voz, que me produce orgullo cuando me refiero a ella, orgullo cuando pronuncio su nombre, cuando digo las palabras mágicas: Esa, es mi hermana... Una sensación que me produce desahogo cuando estoy al borde del abismo, una mano que me agarra en la distancia cuando todo parece caerse, un pañuelo que seca mis lágrimas cuando ante una cruel noticia ambas nos desmoronamos, una protección eterna, una caricia infinita, un juego inmortal de sentimientos y risas imperecederas, una mirada cómplice, un encajar perfecto de dos mentes que en ocasiones llegaron a ser totalmente divergentes pero de un fascinante análogo proceder.

Por todo eso y por mucho más, hoy te echo de menos Libertad. Nos vemos pronto, muy pronto hermanita.






(Por gentileza del audioblog Cuéntame, puedes escucharlo, puedes vivirlo, puedes sentirlo)


Can't take my eyes of you...

Para siempre, de momento.


Saber que cuando algo se rompe se debe arreglar, no buscar algo nuevo y sobre todo... ser conscientes de que si arreglamos algo, debido a nuestra condición de Ser Humano y con ella a nuestra imperfección, se puede volver a romper, y así una y otra vez, porque es débil, porque somos débiles porque así es mágico. Y volver a empezar, una y otra vez, durante toda una vida, para toda la eternidad. Me romperás, te romperé, lo romperemos... Pero debemos saberlo arreglar y nunca darnos por vencidos. Saber que, mañana es tarde pero hoy es demasiado pronto quizá. Encontrar ese punto entre tu paciencia y mi inconsciencia que nos pueda hacer madurar, crecer amar y para siempre pertenecer. Nunca rendirnos ante la inconsistencia de un mundo apacible, nunca rendirnos ante la inmortalidad de un recuerdo bello, nunca rendirnos ante la facilidad de sobrevivir por separado, no, nunca rendirnos. Para siempre, de momento.

sábado, 2 de marzo de 2013

Quince días para olvidarte



Quince días. Tenía quince escasos días para olvidarte a partir de aquél. Volvería a estar cerca y la locura podría establecerse eterna si seguía pensándote así, o lo que es peor, podrías decidir girar tu cuadrada cabeza hacia mí y querer en algún momento establecer contacto visual. No, me negaba a eso, no lo merecía. Tenía quince días. Después de la decisión drástica de dejar de sonreír, todo se había vuelto más plano, más fácil, mejor. Ya no te colabas en cada pensamiento, pero la victoria aún no era mía. Debía conseguirlo en tan sólo un par de semanas. De algún libro saqué que bastaban 21 días para imponer un nuevo hábito, para retirar de esta manera el antiguo. De ahí el dicho: un clavo saca a otro clavo... bastaban 21 días pensando en otra cosa, para dejar de pensar en ti. Pero no, yo sólo tenía quince, quince míseros días. Pensé en enamorarme loca y perdidamente de cualquiera, tener un sexo extremo y no volver a mirar atrás, pero eso... se tornaba difícil en este huracán de maletas, ecuaciones y versos... o quizá más bien es que no estaba dispuesta a ello, no quería. Supongo que era hora de que muriesen por mí. Pensé en el chico de la Plaza de Maggio, ¿por qué no? Quince días, lo justo para huir. Pero era una postura egoísta, se volvería loco, yo lo sabía, y la dosis de locura era tan extrema en ese preciso instante, durante esa maravillosa tempestad... que preferí detener el mar en calma y buscar una nueva solución...

Hoy, un año después quisiera saber si algún día la encontraré.





(Por gentileza del audioblog Cuéntame, puedes escucharlo, puedes vivirlo, puedes sentirlo)

viernes, 1 de marzo de 2013

Engáñame a mí también


Engáñame a mí también,
 pero tropiézate conmigo.
Engáñame a mí también, 
pero rómpete conmigo.
Engáñame a mi también...
Tengo envidia de sus celos.
Tus ojos contienen a tu alma 
Que no se escape mas, ciérralos ya 

Engáñame a mi también, miénteme cuando no este contigo...


(Nena Daconte. Engáñame a mí también)

Das la vuelta a mi mundo.


No pretendo que todo cambie ahora,

pero sí pretendo que lo desees hasta el punto de enloquecer,

casi tanto como yo.

Tan tonta que no te sepa aguantar.


Espero que sea, 
espero que sea, tonta, muy tonta 
y que le cueste hablar un ratito seguido, sin parar, 
Tonta, Idiota, 
De esas que no parar de reír y no saben cuándo callar. 

No la conozco, y lo siento 
Pero ya me está cayendo mal, 
y espero que sea tonta, tan tonta, 
que no te sepa aguantar. 

Tonta, muy tonta, 
y algo fea, eso nunca viene mal, 
y espero que te canses pronto y me vengas a buscar. 

No la conozco, y lo siento. 
Pero ya me esta cayendo mal, 
y espero que sea tonta, tan tonta, 
que no te sepa aguantar. 

Y espero que pienses en mi, 
que cuando la abraces recuerdes mi forma de besar, 
y espero que pienses en mi, 
que cuando te arrepientas aún sepas dónde debes buscar, 
y mientras sigues con la tonta, tan tonta...
que no sabe cuidarte, y hasta lo pasaras mal, 
yo mientras te espero sentada, 
imaginandome la tonta, con el tonto, que me hizo llorar. 

Tonta, muy tonta, 
de esas que si no hay, 
muy cerquita un espejo no saben dónde mirar, 
Tonta, tan tonta, 
que ojalá acabes, 
pensando que es idiota y que no la soportas más. 

Tonta, muy tonta, 
y algo fea, eso nunca viene mal, 
y espero que te canses pronto y me vengas a buscar.

(Conchita. Tonta)



Locura momentánea


Despierto de un sueño que no alcanzo a conocer. Despierto aturdida y sin tan si quiera saberlo comienzo a soñar despierta, reproduzco una a una las imágenes de aquella tarde, una a una. Un torrente de sensaciones invade mi mente. Agito fuerte la cabeza y consigo despertar del todo, me descubro sonriendo. ¿Qué andas haciendo conmigo? ¿Qué haces a esta hora para que mi corazón lata tan fuerte desde tan lejos? Déjame ir. Es justo, ¿no? Déjame ir de una maldita vez. Y tú, órgano maldito, para ya o quebrarás mi pecho en pedazos tan pequeños que jamás seré capaz de recuperar...