viernes, 11 de enero de 2013

Declaración de incoherencias



Querido innombrable,

Hoy cumplen tardíos tres meses desde que te amé por última vez. Desde que decidí esperarte por primera vez. Hoy mis sentimientos andan de aniversario y se dan cuenta de que están viejos, obsoletos. Tras la espera de encontrarte en algún recóndito sitio de este mundo, se evapora la inconsistencia de esta castidad que cumplo por voluntad propia, por un romanticismo inapropado del siglo veintiuno o simplemente porque mi cuerpo rechaza cualquier tacto que no sea el tuyo, incluso el mío resulta a veces insultante cuando la pasión no quiere cesar. Por todo esto, hoy en mi aniversario de soledad, proclamo la fuerza para beberme todos los vasos rotos y fumarme las cajas de todo aquello que tú siempre decías que ibas a dejar. Me has dejado a un lado y con el ansia de deborar un cuerpo inerte y frío, tan sólo existente en mi cabeza quizá. 
Hoy proclamo el inicio del fin...porque no hay peor final que aquél que nunca llega.


Att.,

La rubia platino que al final, 
                                      resultó ser morena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario