viernes, 12 de octubre de 2012

Un libro que comienza con una dedicatoria tal como

para Niall, el amo de mi Universo. 

No despierta en mí otra cosa que el pensamiento de una egocéntrica semejanza con la sensibilidad de la autora. Tengo ganas de leerlo, de empaparme con cada una de sus páginas, de llenarme de esas historias que me transportan a otra dimensión. Tengo ganas y hoy comienzo mi batalla. Podría caminar junto al resto ya que es Viernes noche, subirme a mis tacones de diez centímetros y salir a matar, pero la fiebre me deja sin fuerzas por momentos y mi cuerpo sólo me pide descanso. Descanso eterno quizá. Quedarme aquí en esta gran cama para siempre con una lectura imberbe o vejestoria quizá. Qué más da. Lejos de todo. Lejos de todos. Ante la mirada crítica de la mayoría que no soportan mi debilidad ante el invierno y mi capacidad a la hora de establecer las preferencias.

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