jueves, 25 de octubre de 2012




Me duele cada segundo que pasa. Me duele tanto que se me clava en la respiración y me rompe el momento. Me roba la oportunidad de continuar. No sé cómo hacerlo. Aún no sé cómo hacerlo mejor. No sé tan si quiera cómo hacerlo peor. La música no acompaña al intento de sobrevivir sin construir un mundo en ruinas. Suena a ritmo de este Mac un tal Alejandro diciéndole a su amiga que le olvide y pidiendo disculpas por su forma de contarlo... Me resuena en las entrañas mi conciencia diciendo palabras parecidas. Todo sería más fácil si aquél día nunca hubiese sucedido. Más fácil. Mejor. Menos doloroso. Todo sería mucho mejor sin aquél inicio que comenzaba con un cómo contarte. Miento. Mejor no, pero sí menos doloroso. Más fácil.

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