martes, 9 de octubre de 2012

Marta.


Dicen que las distancias se acortan cuando los corazones se acercan. La vida nos dio la oportunidad de conocer a una niña con alma de mujer y corazón de heroína. En veintitrés años la vida le ha regalado la dicha de saber que empezar el día con una sonrisa no es solamente necesario, si no posible. Tiene el don de poder transmitirlo a cada paso y a cada persona que se cruza en su camino, acompañada por Álvaro, con la dulzura e inocencia que sólo alguien que forma parte de ella misma podría poseer. 
Gracias por enseñarnos cada día que por mucho que las nubes encapoten el cielo, mañana el Sol siempre brillará de nuevo. 

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