jueves, 11 de octubre de 2012

No más lágrimas

No me quedan lágrimas. No sé si esto puede suceder. Si acaso fuera posible. Pero no me quedan. Ni una sola. Camino sin rumbo con verdaderas ganas de romper en un llanto interminable, con algo de desesperación y siento como mis ojos se empapan. Como la barca que se llena sin poder vaciarse, y de nuevo no siento nada. Tristeza. Decepción. Hastío. Pero no puedo llorar. Quiero. Lo deseo con toda mi alma, y suelto un suspiro que de la profundidad que se compone parece provenir de un orgasmo, de uno de esos que hace tanto que no tengo. De los profundos, de los que te dejan sin aire. Pienso en él. Pienso en todo y mi corazón vuelve a romper a llorar de nuevo, pero mis ojos no consiguen acompañarle. Quizá la mirada si. Quizá mi mirada sea ahora mismo tan triste que cualquiera que ose asomarse a ella por un tiempo prolongado es posible que rompa a llorar. Pero yo no. ¿Se me habrán acabado entonces las lágrimas? Si es así, me daré de nuevo la bienvenida al mundo en el que estaba hace tan sólo unos meses...

No hay comentarios:

Publicar un comentario