domingo, 22 de abril de 2012

Volemos.

Me molesta el latido de mi corazón. Así tan fuerte. Así tan rápido. Se me ha vuelto a romper. Y lo peor es que ciertamente tú no has hecho nada. Ahora lloro si veo una película ñoña y hasta a veces sueño. Me acabas de pinchar y he sangrado. Y tú sin saberlo. Y es mejor que sea así. Ojalá seas lo suficientemente inteligente como para aunque hayas descubierto este espacio, no mirarlo cada día. Ojalá tu ego te permita no hacerlo. Ojalá Dios mío... porque esto sólo me lía... me lía mucho. Y yo aquí... ahogada en este mar indomable de sentimientos esperando que desaparezcas.
Espera, un mensaje. Bien, es él. Parece que me calma saber que estará esperándome en Madrid con los brazos abiertos. Me calma saber que alguien puede lamer la herida sin tan si quiera saberlo. En el fondo me calma pensar que no estoy sola. Parece que ahora siento algo menos el corazón. No... No se puede tapar con un sólo dedo todo el Sol... Pero bueno, algo menos sí que molesta. Estudiaré. A ver si una de esas ondas, me sube a bordo y me transporta hasta el infinito, lejos, muy lejos de aquí y muy lejos de ti. Donde el latir de mi corazón no se escuche. Donde no exista mañana ni ayer, sólo hoy. Volemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario