domingo, 2 de junio de 2013

Éxtasis de Julieta



Brebaje maldito que acelera el corazón.
Brebaje maldito que para, que hiere, que mata.
Julieta, ¿por qué?
¿por qué dejaste que un falso boticario
llenase mis días de angustia, Julieta?
Tú, inocente alma perdida.
Tú, que pensaste que aquella solución,
Sería sin más tu única salida.
Tú, inocente alma desvalida.
A ti, que te pudo la vida
El pudor, la avaricia y la envidia
De todos aquellos que asediaban cada día un nuevo amanecer.
Tú, querida Julieta,
Amor de mis amores,
Luz de mi atardecer.
Decidiste entregarle el alma al demonio
A cambio de una falsa promesa de vida, esperanza y júbilo.
Tú, mi amada Julieta
Tú… que todo lo quisiste.
Tú, que todo lo tuviste
Yaces hundida en esta fría piedra
que te roba la dignidad
que te roba toda la bondad
al verte poseída por una réproba mezcla
de la que confiaste aguardaba felicidad.
Tú, mi maravillosa Julieta
Que todo lo quisiste.
Tú, hermosa niña,
En las manos de esa droga te perdiste.

Me niego por tanto, al abandono de tu alma
Me niego al abandono de tu cuerpo
Y me uno a ti en este frío invierno
que palidece raudo tu rostro.
Me uno y me entrego.
Dejo que esta droga conquiste diligente mi cuerpo
Hasta que perdida la inocencia con tu muerte
Me lleve allá donde te halles tú, hermosa Julieta.

Bebo así de tu locura, bebo así de tu veneno.
Bebo así y en una vesánica dosis,
Subo al cielo
Para sepultar mi piel bajo tus huesos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario