domingo, 2 de junio de 2013

El héroe de mi relato

Muerdo.
- Manzana, fruto del pecado- pienso, mientras su intenso aroma de fruto inmaduro recorre sin pudor alguno mi paladar. La textura crepitante abandona mis sentidos al éxtasis de lo profundo en una incisión al hijo pródigo del abandono. Crash... otro muerdo. Dejo caer la acuosidad producto de lo precoz de su existencia sobre el altar que reservo para una escritura impertinente. Crash... otro muerdo. Me revelo en llamas pensando en ti y descubro por un resquicio de mi mente que andas haciendo exactamente lo mismo. ¿Por qué no tenerte aquí?, pienso. Y me deshago en un orgasmo de palabras que observo salir de tu boca mientras te distraes hundido en mis recuerdos. ¿Por qué no tenerte aquí? Una noche, un sueño. Sólo eso, sexo. No espero que anheles ser el protagonista fantasmal de una novela romántica, ansío que desees ser el héroe de mi relato carnal. Sólo una noche. Sólo un día. Sólo una tarde... para toda la vida.




No hay comentarios:

Publicar un comentario