sábado, 8 de junio de 2013

Escritura automática.





A veces me asomo a la ventana de la perfección
y aparece intacta tu figura.
Te guardo bajo mi piel
como la tímida sombra 
que descubre entre nubes
un nuevo amanecer.
La voz de la inspiración
atormenta mis sentidos
mientras mis latidos
aún no dejan a mi mente despegar,
sonámbula en este sueño 
acudo en llamas a ti.
Despierta mis sentidos,
ámame hasta que no quede nada.
Entiéndeme, no me entiendas.
Enciérrame. Libérame.
Dame la llave de esta locura.
Imprégname de ti hasta un nuevo amanecer.
Alimenta mi cordura,
Deja fluir mi ignorancia.

Quiéreme o no me quieras,
pero hazme tuya.











(El título de este poema representa su origen. Debí soñarlo.
Me desperté y tuve que coger un bolígrafo lo más rápido que pude porque se me derramaban las letras sin querer).

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