domingo, 17 de junio de 2012

Quique González.


El destino caprichoso me ha llevado a escuchar esta canción y me he acordado de ti, el chico del peculiar color de ojos... Sé que no tuviste la culpa. Sé que en el amor nadie manda. Sé que si hubieras podido decidir, no te hubieras enamorado, no de aquella forma tan salvaje. Sé que si hubieses podido decidir, hubieras elegido aparecer a otra hora, en otro momento y quizá en otro lugar. Ahora quemar mis recuerdos es quemar Madrid. Lo sé. Lo sé y lo siento. Sé también que se me fue de las manos. Pero los problemas a veces me superan y no sé reaccionar ante las cosas que parecen superfluas. Sé que no te entendí y sé que te maltraté. Espero que sepas también, que aún sigo deseando que estés bien. Que aparezca tu princesa, que aparezca la chica que busca el chico de un ojo de cada color... Yo ya no soy así... Ya no. El tiempo me ha cambiado. La vida también. No busco un chico que con su mirada pueda penetrarme. Quizá busco algo menos. Quizá busco algo más. Quizá no busco nada. Quiero ser libre y poder volar, hasta que realmente decida donde quiero aterrizar. Lo demás sería engañarme. De nada te sirve construir una buena pista de aterrizaje cuando aún queda gasolina, de nada te sirve esperar a que se acabe la gasolina, cuando sabes que si no es ese mi lugar, prefiero estrellarme o seguir mi camino a pie... De nada te sirve, ni sirvió esperar. Ya no soy una princesa, ni busco un príncipe quizá. Quizá nunca lo busqué quizá nunca lo quise. Quizá un día te engañé. Quizá durante toda mi vida me engañé. Espero de verdad que encuentres lo que buscas. Espero de verdad seguir buscando lo que de verdad busco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario