miércoles, 13 de junio de 2012

Nómada


Si pienso en mí, y en cómo estoy ahora me imagino en medio de un camino oscuro que no sé muy bien hacia donde se dirige. No tiene rumbo. Sé que me lleva a algún sitio, pero ni sé a dónde voy a llegar ni sé hacia donde tengo que ir. Así que he decidido ir investigando por el camino cada una de las cosas raras que me encuentro, disfrutar de los buenos momentos y empaparme de ellos para cuando se asomen los malos. Me dejo mojar por la tormenta de alegría cuando llueve a raudales para cuando haya momentos de sequía no muera de calor. No me agobio, simplemente confío y sigo hacia adelante, mirando a mi alrededor para que no se escape ningún detalle. A veces, deseo que alguna de esas cosas que encuentro hagan que mi parada en el camino se haga eterna y no tenga que continuar sin rumbo. Pero lo cierto es que no quiero parar. Sé que voy dejando amigos, familia y demás conforme voy avanzando y a veces tiemblo de miedo... Pero lo cierto es que algo me empuja hacia adelante, algo me dice que no debo parar, algo... Quizá mi sed de juventud me empuja hacia delante por simple curiosidad, por simple aceptación de las circunstancias, porque no encuentro mi setita en medio del camino. No encuentro donde sedentarizarme. Quizá sea simplemente un nómada, que sólo para si encuentra agua y tiene sed y al día siguiente reanuda su camino. Quizá, no lo sé... Espero seguir avanzando hasta ningún final.

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