Días insanamente inspirada, sin traducirlos a movimientos de la parte distal de mis extremidades superiores, hacen que retenga un millón de letras a punto de estallar saliendo de la pantalla de este aún cuasi nuevo ordenador. Hoy no escribo sola. Hoy ya no me siento sola, es más, estoy excesivamente completa, que no saturada por supuesto. Pero me doy cuenta de cómo cambia todo. Y de cómo todo vuelve a su sitio. Nosotras, las hermanas inseparables, "gangarilla y pirulí" cuando éramos pequeñas, y mejores amigas cuando fuimos algo más mayores. Nosotras que hemos cometido tantos errores. Nosotras que nos hemos querido tanto desde tan lejos. Nosotras, que nos hemos soportado. Nosotras, que no lo hemos hecho...
Nos hemos reconciliado, la vida lo ha hecho, porque a veces, las cosas pasan, y sólo tienes que elegir tirar adelante y el miedo no sirve. Y ni si quiera sabes cómo va a ir todo en ningún puñetero aspecto de la vida. Y habrá días que te moleste todo, y habrá días que te acuestes riendo y diciendo lo feliz que estas de no dormir sola en esta enorme cama. Y habrá días como los últimos, en los que sienta que habéis llenado mi vida. Mi vida, esa que a veces tanto he deseado no vivir, entre cada uno de los que la formáis la habéis dado una vuelta y sólo tengo ganas de vivir más y más y con más intensidad, y no me importa que sean las dos de la mañana y mañana vaya a ser un día especialmente duro, no, no me importa, porque sé, que pase lo que pase... Merecerá la pena.
Feliz San Valentín a todos! Os deseo que Cupido falle con su arco del amor y caigáis todos al suelo tremendamente enamorados de la Vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario