miércoles, 27 de febrero de 2013

Destino: un sueño.


Observo por la ventana. Los paisajes son infinitos. Tan eternos que recupero las ganas de escribir. Bienvenidos seáis. Late el corazón, a veces tan fuerte que golpea la cabeza y siento el retumbar de sus paredes al sufrir las contracciones entre sístole y diástole, diástole y sístole... y así toda la vida, pero no toda la vida se siente. Qué curioso esto del vivir, qué curioso esto del sentir.
Vuelvo a casa. Lo pienso, paseo por los parajes de mi mente y sonrío. Merece la pena. Aunque sea sólo por una sonrisa, mere la pena... Me alegro de haber tomado aquella difícil y oscura decisión. Aún queda mucho camino por recorrer, demasiado... Pero bueno, al menos, estoy en él. Montada en el tren, de hecho... Destino: Algún sueño.





(Por gentileza del audioblog Cuéntame, puedes escucharlo, puedes vivirlo, puedes sentirlo)

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