lunes, 25 de enero de 2016

Se nos escapó el amor detrás de un doble check azul.



¿No lo sentís así?


Ya nadie dice:


¡oye, espera! Te quiero.


Como si le fuera la vida en ello, por si acaso nunca más tuviera la oportunidad de decirlo. Ahora nos despedimos fríamente y mientras caminamos en sentidos contrarios, mandamos un corazón que palpita en nuestro smartphone. Y sonreímos, y descansamos. En paz. Como si hubiésemos hecho algo heroico, como si ese manchón rojo que se mueve tuviera valor. No nos planteamos eso de, quizá ya no te vuelva a ver. Te tengo a tiro de whatsapp y a golpe de orgullo. Si consigo afrontar este último podré contactar contigo siempre que quiera. Si no, tendré miedo a perderte. Y echaré las culpas al destino (por supuesto)

¿Cuántas bocas mueren sin haber dicho te quiero, te espero, te echo de menos, VUELVE. Vuelve ya joder?

Y así nos va.

Tan barato como nuestras teclas, vendemos nuestro corazón.

Y así nos va.

Con razón esta ola de frío polar que nos congela hasta el olvido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario