miércoles, 1 de mayo de 2013

No me tientes...



Te quiero en silencio.
Te quiero por siempre.
Sé que para siempre en silencio por miedo a perderte.
No es ético, ni moral, tan si quiera es lógico, pero quién lo pudiera evitar.
Le quise, te juro por mi vida que le quise, le amé como tan sólo en los libros se ha de amar... Pero un día, en medio del desgarro de un corazón solitario tropecé con tu sonrisa y no la pude olvidar. ¿Cómo hacer? ¿Qué decir? Caminé sin tan si quiera mirar. Caminé tratando de evitar... Y aún así, ella, la vida, (que es muy zorra) a ti me quiso llevar. A tan sólo unos pasos de tu intacta ilusión, a tan sólo unos celos de una sonrisa que hace que quiera curarte el corazón. Fiel amante prohibido, néctar de una pasión cohibida, fruto del árbol del pecado hasta el día en que muerdas y hagas tuyo de tan sólo un bocado mi pequeño corazón que desde el día en que te vio, a ti, fiel amigo, se ha entregado...


No hay comentarios:

Publicar un comentario