jueves, 14 de marzo de 2013

La perfección de lo imperfecto.



Alguien, alguien que comparta la misma idea de vida, la misma locura, la misma existencia. Alguien que se sienta tan bizarro y dañado como sólo yo me siento. Alguien que comprenda mi locura e inestabilidad en este mundo incierto, y sobre todo, alguien que no quiera cambiarla, que me agarre la mano justo cuando vaya a echar a volar y que en ese momento quiera venirse conmigo. Alguien con quien conversar, con quien sentarme a divagar sin temor, sin complejo, sin acritud... Alguien que me mire a los ojos, me agarre de la mano y me toque el corazón.
Alguien que se enfade fácilmente, tan fácilmente que deba aprender a respirar a mi lado y le reconforte una presencia tranquila. Alguien que me haga daño sin querer, mostrando así su debilidad, su imperfección y sacando a relucir de esta manera su excesiva sensibilidad. Alguien que se enamore de una lágrima que resbala por mi mejilla cuando al terminar el día me haya sentido desilusionada, cuando por momentos y sin motivo alguno, haya sentido que la vida me gana, que todo me puede, cuando la decepción me invada. Alguien que destroce mi vitalidad para elevarla al máximo exponente, que me desconcentre, que me supere, que no pueda permanecer quieto cuando está a mi lado, pero que sea completamente incapaz de seguirme cuando veo algo claro, algo que me gusta, algo que me ciega... Alguien que sienta a través de mí, que huela a través de mí, que vea a través de mí. alguien que me haga latir el corazón tan fuerte que crea que pueda estallar... Alguien que tema acercarse a mí, quizá, por miedo a que me pueda romper. Alguien... Alguien que cada noche, al acostarse, sueñe tener a su lado alguien como yo, así como yo sueño tener a alguien como él.

Querido amor, si no tardas mucho... Te espero toda la vida.







- Prometo ayudarte a amar la vida, abrazarte siempre con ternura y tener la paciencia que el amor exige, hablar cuando hagan falta palabras y compartir el silencio cuando no. Consentir, disentir... respecto al pastel de terciopelo rojo. Vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar.


- Prometo amarte locamente en todas las facetas de tu vida ahora y siempre. Prometo no olvidar jamás que este es un amor único en la vida y saber siempre en lo más profundo de mi alma que no importa que desafíos puedan separarnos, siempre hallaremos la forma de volver a unirnos.

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