domingo, 26 de abril de 2015


El invierno me ha dejado una cicatriz en el lado izquierdo. Aún duele si me rozas, es demasiado grande. 
Pero mayo llega asomando sus rayos entre el ruido de tormentas que es abril, y esta primavera se dibuja en forma de gato de angora que recoge de mi pecho el amor que siempre me sobra, como recojo yo de tu sexo el gemido que anuncia un nuevo despertar. Un despertar sincero y en paz. El despertar de una nueva era que tatuará un infinito en mis pupilas y una eternidad encima cada uno de los puntos que perfilan la costura del paso del invierno por nuestras vidas.



Fotografía: Kylie Bax by Peter Lindbergh. 1997.


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