jueves, 23 de enero de 2014

qué fue

Dice mi abuela que a los chicos le suelen gustar las chicas tímidas y poco atrevidas, sobre todo a un largo plazo. Será por eso que no he vuelto a saber de ti, ni del chico sin nombre; los dos habéis desaparecido con una chica que no escribe y que definís como alguien tranquilo sin más. Bueno... son guapas, claro está, no esperaba menos. Pero, y qué paso con las carreras hasta el portal dando codazos, las patadas al balón sin portería, los polvos en la luna de algún coche y de mirar la estrellas en mi tejado. Qué fue de las palabras bonitas, de los libros que escribimos, de los viajes que no hicimos, de querer y morir, de morir queriendo, de querer hasta morir, de querer  hasta querer morir, qué fue de ti, qué fue de mi. Mi abuela dice que las chicas van mejor más tapadas, pero qué fue de tu sonrisa tras mi falda, qué fue de tus besos locos cuando se abría mi escote, qué fue de colgarme de tu cintura y llevarme al cielo sin tener que desnudarme. Qué fue de ti, qué fue de mi.



Mi abuelo, sin embargo, siempre me decía que quisiera reencarnarse hoy y conocerme. Cuánto te quería yo mi gran James Dean... no sabías cuánto.

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