miércoles, 4 de septiembre de 2013

Néstor.

A veces llega la lluvia 
Para limpiar las heridas 
A veces solo una gota 
Puede vencer la sequía.

(Marc Anthony)



Hoy he conocido a Néstor (bueno, Néstor en realidad es el nombre de mi planta de Aloe Vera, pero este nombre también le pega, así que le llamaremos Néstor). Néstor es guapo, afable... y tiene la costumbre de guiñar un ojo cada vez que dice algo en lo que lleva razón, lo cual suele ser la mayor parte de las veces. Néstor, no es que sea sólo Néstor. Néstor, como un bálsamo de mi planta que lleva su nombre, se ha posado sobre mi herida, y ha hecho que la cicatriz sea algo más tenue. Néstor con su sonrisa y su templada voz, me ha hecho pensar que aún hay tiempo, que aún hay alguien, que no sigo buscándote aunque yo creyera que sí. Néstor me ha hecho desear que haya alguien en mi cama, alguien que no sea Jaime. Jaime es un amigo de la infancia, es el típico chico que lleva toda la vida persiguiendo un beso, y al que he dejado entrar cuando ya pensaba que llevaba demasiado tiempo sin conocer el amor. Jaime, es guapo, claro que lo es, pero Jaime lo sabe y Jaime cree que yo debo estar con él, porque sí, porque no hay más, y eso no me gusta, así que procuro no entregarle demasiado de mí, lo justo, lo necesario, lo que hay cuando la soledad ahoga...
Néstor, siempre sonríe mientras habla. Néstor se preocupa si me escucha algo agitada. Néstor, desconoce mi forma de estar en el mundo, pero cree que la puede comprender. Néstor, inexplicablemente quiere sacar mi temperamento, quiere conocer mi lado salvaje, porque es desde ahí y sólo desde ahí, donde podremos volver a empezar. Néstor oye mi voz ingenua y no cree estar tratando con alguien estúpido, y eso me gusta bastante, lo suficiente, demasiado... Néstor no me quiere proteger, Néstor necesita que yo me proteja. Néstor expresa su opinión sin miedo a  errar, porque Néstor sabe que la honestidad puede hacerte fallar, y sabe que, fallar es la única manera de poder volver a empezar.


Néstor es perfecto, 
pero demasiado caro para la escasez emocional 
que se pasea en estos tiempos por mi corazón.





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