Agujetas en mi colchón

Unos ojos verdes me dijeron: “si yo te contara y tu me creyeras” 
Yo le dije: “por mis muertos, si tu me cuentas yo te juro que te creo”.
Y ahí empezó todo, un cuento, una copa, otro cuento, 
una cena, una vela y como belcro estuvimos todo el tiempo.

Y no dio lugar ni a ese desayunar con diamantes,
Esos meses fuimos solo amantes, de esos que ya nunca se ven más.
Y aquí entre tu y yo, no hace falta que sigas pa´lante,
Me conformo con tener talante, y que tu alma sufra mi dolor.

Y no me llamó, ni me dijo adiós,
Solo me dejó cenizas de un amor,
Una foto en un cajón que carece de color,
Y agujetas en mi colchón.

Y ahí se acabó, sin que hubiera ni llantos ni versos,
Sin tener ni santo sacramento, sin llenar de flores el jarrón.
Y nunca volvió, ya no quiso mis duros momentos,
Ya está bien de buscar sentimientos, que esta historia ya se terminó.

Y no me llamó, ni me dijo adiós,
Solo me dejó cenizas de un amor,
Una foto en un cajón que carece de color,
Y agujetas en mi colchón.

Ella me recordó situaciones pasadas de dolor,
Cancionero de otoño en New York.
Y su tesitura, que era bella como hada desnuda,
Al despertar me habló de mi desamor.
Y para los dos, que resuelvan las dudas la luna,
Que nos quiten toda la cordura, que a este juego jugamos los dos.

Y no me llamó, ni me dijo adiós,
Solo me dejó cenizas de un amor,
Una foto en un cajón que carece de color,
Y agujetas en mi colchón.