martes, 22 de abril de 2014

El dinero se acabará.
La belleza envejecerá.
La inteligencia menguará.


Procúrate, por tanto, una persona que te hable con la mirada y te toque con el corazón. Una persona que te cure con su dulzura, magia para tu vida ya gastada. Procúrate, por tanto, una persona que cuando todo se acabe esté siempre a tu lado dispuesta a volver a empezar. Una persona que logre quitarse las cadenas que lo atan para permanecer siempre a tu lado allá donde tú estés. Procúrate, por tanto, una persona rica en amor y entrega, bella en alma y con una inteligencia tal que le permita descubrir que tú eres su para siempre.

Como yo un día descubrí que tú eras el mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario