lunes, 16 de diciembre de 2013

Una buena relación

Ya que no he ido a clase por pereza y por frío y por estupideces varias, me siento a escribir un post. Pero no porque la musa invada mis sentidos o porque no pueda evitarlo, como hoy no podía evitar ir a la nevera a llenar el vacío de la soledad. Tampoco ha servido de mucho, sólo había unos huevos caducados y una gelatina de fresa. Bendita gelatina de fresa... Y entonces, me he sentado delante del ordenador a visitar lo que podría llamar mi segunda casa porque vivo allí gran parte del tiempo, y la gente me visita muy a menudo, lo suelen llamar Facebook. Me he sentado y he leído:


(Así, con publicidad y todo)

Y he pensado, ¡joder! ¡qué gran verdad! ¿no? 
Y luego he pensado... ¿alguien realmente hace eso? ¿hacemos eso? ¿o simplemente ocultamos el pasado, nos empeñamos a vivir un presente que inventamos y vivimos sin pensar en el futuro? Creo que sí, que es más bien lo segundo. Y entonces me he sentado a observar las imágenes que han comenzado a reproducirse en mi cabeza, miles de flashes han cruzado sin cesar. Miradas perdidas, miradas llenas, miradas vacías. Aeropuertos. Estaciones de autobuses, estaciones de tren, hoteles, hostales, albergues, bancos del parque. He visto a millones de personas a lo largo de mi vida, y conocido a miles... ¿alguna aceptaba el pasado de aquél que tenía al lado? ¿alguna lo apoyaba en el presente? ¿y en el futuro? Nos ha dado por ir de súper modernos y explotar aquello del Carpe Diem y de que los tíos son unos capullos y las tías unas zorras (yo la primera, apoyo cien por cien a las zorras, que conste), pero lo que quiero decir, es que nos ha dado por ocultar todo nuestro pasado, nos ha dado por vivir en un presente que no existe y nos ha dado por pensar que el futuro es incierto, así que, ¿qué más da? ¿para qué me voy a comprometer si mañana quién sabrá? ¿para qué mierda quiero apoyarte en tu trabajo si puede que mañana no esté contigo? 


Soy de las que piensan que antes las cosas eran distintas. Sí, lo eran. Sobre todo en el terreno del amor. Hemos avanzado en muchas cosas, sí, pero en otras... nuestros ancestros nos llevaban mucha ventaja. Ahora vamos a diestro y siniestro rompiendo corazones hasta que encontramos uno a nuestra medida, y para cuando lo encontramos, está tan roto que tardamos un siglo en recomponer sus pedazos, y como no está bien visto el esfuerzo en el terreno sentimental, la mayoría se cansa antes de recomponerlo y lo deja por ahí vagando solitario sin rumbo en busca de su mitad, que dejó de ser perfecta en el momento que lo abandonó a su suerte, y no, no es que sea su culpa, es culpa de esta maldita sociedad. 
Y luego están los otros, esos que se creen / nos creemos que hemos encontrado nuestra "media naranja" a cada persona compatible con la que tropezamos, y nos empeñamos en curarle las heridas, echarle betadine a diario, soplarlas, lamerlas y hasta hacernos un corte para empatizar y cuando nos queremos dar cuenta, estamos llenos de lesiones sinsentido y la otra persona se va, airosa y limpia, porque su sitio no era a nuestro lado... eso sí... ¡ha quedao que ni pintao! oiga!

En fin.... a lo que iba, ¿realmente nos esforzamos por encontrar a esa persona que acepte nuestro pasado, viva en nuestro presente y nos empuje hacia nuestro futuro? ¿O nos conformamos con un asiento en primera fila de cualquier comedia romántica de tres al cuarto que se cruce por nuestro camino?

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