lunes, 2 de diciembre de 2013

Cuatrocientosveintisiete



Hace cuatrocientosveintisiete días que no te veo.

Cuatrocientosveintisiete.

Nada más.

Cuatrocientosveintisiete.

Tardo más en decirlo que en volver a verte.

¿Dónde te has metido canalla?

Acabaste siendo un simple nefelibata

en mi cabeza.

¿Dónde te fuiste ? ¿Y por qué?

¿Por qué no vuelves amor?

No es que me faltes,

no es que me acuerde,

pero es que hace frío,

y tú sabías bien cómo calentar el colchón.

Las personas más locas

son las que mejor saben hacerlo.

Imprudente, irreflexivo, excéntrico, demente, insano, enajenado, chiflado, delirante...

Lo que quieras.

Pero vuelve.

Vuelve sólo un día,

vuelve sólo una noche.

A decirme esas cosas al oído

esas que nadie conoce,

vuelve por detrás e invade mi inocencia,

vuelve por delante y embiste mi imprudencia.

Por donde quieras

pero vuelve,

Será un secreto,

de esos que nadie conoce.

Sólo un día,

Sólo una noche,

ya sabes que los secretos son mi parte favorita

aunque te enferme.

No quiero volver a soñarte,

Pero ansío esnifarme tus noches

aún sueño con tu fuerte adicción a mi piel.

¿Por qué no vuelves a empaparte del néctar de mi ombligo?

¿Por qué no vuelves a enredarme

con las extremidades de tu cuerpo de deidad ?

Átame los brazos a la cama de tu ansiedad

para que no vuelva a irme

y cuando esté allí,

no me tengas piedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario