domingo, 28 de febrero de 2016



La razón por la que nunca ordeno mi casa
los sábados
es por si acaso decido no dormir sola.
Que quien quiera adentrarse en la selva
conozca que dentro vive un león
-como decía mi madre:
vaya leonera habitas, hija-
Pero hoy


hoy es distinto.
He decidido poner guapa la cocina
lavarle la cara al sofá
poner las sábanas de fiesta
y calibrar mi tocadiscos.
He sacado el vinilo
que siempre pongo
los domingos
por si decides quedarte,
que parezca eterno.

Sigo esperándote.

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