domingo, 16 de febrero de 2014

La Maga



¿ Cómo le podés tener lástima a una gata, a una leona? 
Máquinas de vivir, perfectos relámpagos. 
Mi única culpa es no haber sido lo bastante combustible
 para que a ella se le calentaran a gusto las manos y los pies.
 Me eligió como una zarza ardiente, 
y he aquí que le resultó un jarrito de agua en el pescuezo. 
Pobrecita, carajo".

-Julio Cortázar-

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