domingo, 22 de enero de 2017
Nina Simone
Talento y desolación.
Me pregunto si no son dos palabras que siempre van cogidas de la mano.
Me pregunto si cuando el mundo te duele tanto, la única salida no es el llanto.
Me pregunto si querer perderse en la locura por evitar adentrarse entre mortales sigue considerándose pecado.
La única forma de hacer soportable al talento es convertirlo en arte.
El talento te desgarra, te hace añicos, te destroza todas las vidas que resurgen a cada instante.
Porque te hace consciente y vulnerable a cada pestañeo.
Deseas no ser diferente.
Odias
serlo.
Odias
todo
lo que te ha llevado a vivir en un mundo de gente diferente
a ti.
Y quieres volar lejos.
Y quieres quedarte.
Porque dolor y placer
son parte de un mismo verbo.
Vivir.
Y puedes sentirlo
y puedes llegar a oler
la vida
en un simple escenario.
O sentir las gotas de lluvia
reconstruir tu piel.
Puedes perderte
en unos ojos
o en el abismo
que es la existencia
de un espíritu
libre.
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