Te echo de menos.
Unas 1440 veces al día.
Una vez por minuto.
Tampoco es tanto, ¿no?
Creo que puedo vivir así.
Al menos un tiempo.
No sé si aguantaré mucho.
Hoy me han preguntado por ti
De la forma más cruel
Que pueden hacerlo.
Me han preguntado por nosotros.
He salido corriendo.
El señor de la tienda,
se ha quedado con la barra de pan
en la mano.
Y una pregunta sincera
sin respuesta
en los labios.
No he vuelto.
No sé nada de ti.
Y eso
No es justo para mí.
Mi etapa contigo ha sido la única
en la que he querido vivir a cada instante.
Sí, a veces, quiero morir.
Pero no lo hago.
Contigo, con todo
solo quería vivir a cada instante.
Aún creyéndote eterno.
Qué triste esta espera
de olvido.
Qué tristes estos versos
que jamás serán leídos.
(Fotografía: Chema Madoz. Say No. )
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