miércoles, 16 de enero de 2013
Muere
Crash. Y siento cómo estalla todo en pedazos. Un latido. Se clava. Otro latido, se clava. Como una hoja fina, punzante, de un cristal de bohemia roto en mil pedazos. Fino como el tajo de un diamante, con cada latido se clava. No entiendo. Otro latido. Se clava más aún. Duele. No sé cómo pararlo. Aumenta el dolor, se clava y lo destroza. Siento cómo caen los pedazos, siento cómo no los puedo recoger, siento cómo se agota la respiración ante tal caos interno, lo siento y lloro en silencio. Te esfumas. Me evado. Desaparece. El amor y mis ganas de creer, de hablar, de sentir. Duele, duele tanto que muere. Duele tanto que estremece y, estremece y simplemente, muere.
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