Me desperté esta mañana y creí
que todo había sido una pesadilla.
No había dolor
por tu pérdida.
Nunca te habías ido.
Ni siquiera sabía donde estaba
hasta que su mano
rozó mi brazo y
fue tan intenso el dolor
de saber que no eras tú
que desperté de cualquier sueño
que pudiera algún día llegar a tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario