¿ Cómo le podés tener lástima a una gata, a una leona?
Máquinas de vivir, perfectos relámpagos.
Mi única culpa es no haber sido lo bastante combustible
para que a ella se le calentaran a gusto las manos y los pies.
Me eligió como una zarza ardiente,
y he aquí que le resultó un jarrito de agua en el pescuezo.
Pobrecita, carajo".
-Julio Cortázar-
-Julio Cortázar-
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