martes, 25 de diciembre de 2012

Game Over


Dada la soledad del día de hoy, el tiempo que llevo sin un buen polvo y lo igual que me empieza a dar todo ya, decido dar rienda suelta a la Patty rubia que llevo aún en mi interior, sonrío libremente, como cualquier chica de ventitantos sola en casa y tecleo un par de teclas divertidamente atrevidas en espera de una respuesta igual de divertida o picante quizá:

- Papá Noël te ha dejado el polvorón de tu vida bajo mi árbol. ¿Vienes a recogerlo?

Comienzo a reír yo sola después de enviarlo.

Después de una hora divertida hablando con mi consejo Florentino... y riendo sin parar sobre lo que acababa de hacer y suponiendo cómo estaría él,  tratando el infarto que sufriría tras leerlo o cómo bajaría quizá su erección instantánea, recibo una respuesta de un tipo serio, mayor, alguien que no se asemejaba a lo que yo conocía. Supongo que yo sigo siendo joven y atrevida, con el pelo oscuro pero más rubia que nunca, pero él no... Va asentando, o quizá ha cambiado de acera, quién sabe. Supongo que el juego ha terminado. De cualquier manera, aquí me quedo yo, a la espera de una respuesta un poco más positiva por parte de mi imposible, seguramente no le ofreceré ningún dulce, pero aquí tiene, entero mi corazón, por si decide venir a completar mi día, como la familia, como los amigos, como lo que un día fuimos... aquí estaré si quieres venir, querido imposible. De momento, miremos la agenda por lo que pueda pasar esta noche en el número 37 de la calle de la ironía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario