El dinero se acabará.
La belleza envejecerá.
La inteligencia menguará.
Procúrate, por tanto, una persona que te hable con la mirada y te toque con el corazón. Una persona que te cure con su dulzura, magia para tu vida ya gastada. Procúrate, por tanto, una persona que cuando todo se acabe esté siempre a tu lado dispuesta a volver a empezar. Una persona que logre quitarse las cadenas que lo atan para permanecer siempre a tu lado allá donde tú estés. Procúrate, por tanto, una persona rica en amor y entrega, bella en alma y con una inteligencia tal que le permita descubrir que tú eres su para siempre.
Como yo un día descubrí que tú eras el mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario