Empieza a oler a Septiembre
Y yo
Sigo buscando un sitio
Donde los amores de verano
Duren todo el año,
Como en Florencia,
Donde siempre vendían
Un helado a cuatro centavos
Y te sentabas en la orilla
A contarme cómo muere el día.
Y yo,
Aún sigo esperando un sitio
Donde tu invierno soporte
El frío de mis manos.